AUSENCIA.
Aquí, en los huertos de esta soledad,
veo que fue tu amor humo y fracaso,
pensar en ti resulta necedad,
ya no hay señal ni huella de tu paso.
Solo un beso que muere en orfandad.
Temprano levantó tu amor el vuelo,
y dejaste una flor de soledades;
mis lágrimas corrieron sin consuelo,
marioneta bailando en tempestades.
Quedando solo en mi mortal desvelo.
y quedé como aquel inmenso río,
que dormido en su tálamo de arenas,
abre un bostezo de indolente hastío,
sin inquietarse por sufrir las penas.
Mataste el fuego, lo apagó tu frío
Ahora eres memoria sin presencia,
no volverte a mirar, solo eso ansío,
no sufriré de nuevo esta demencia,
te condeno a vivir en el vacío.
¡El vacío dejado por mi ausencia!
KIN MEJIA OSPINA