Como la fémina su cintura burguesa
que no tiene nombre pero sí delito,
mi mentira modesta es (verdad) traviesa
sin malas intenciones pero con gran apetito.
De la piel del diablo artificial e imaginario
la publicidad infinita es acabose todo
la realidad mía este mal innecesario
pero que termino en tonterías de beodo.
A Vuestra Merced disipo esta diablura,
buen elemento como pirata de mar con su oro
que se escapa como la fantasía mi bravura
que ni plata me queda excepto mi lloro.
A la fémina a su sexo me remito fiero
que ni abril aguas mil ni amarillo de estío
me queda, sólo un pozo de repentino lucero:
... y sin embargo, la sigo, siendo invento mío.
(Diciembre 2.021) NACHO REY