Gelzaros

JUVENTUD

 

¡Juventud, se me ha diluido tu ardor!

Sin un adiós, poco a poco te has ido,

y ya mi vida ha atardecido

atenuando todo tu resplandor.

 

A un niño le veo más encantador;

a una planta miro, en un descuido;

me entretengo cuando escucho un ladrido;

y, de ti, ya no soy tan admirador.

 

Cada momento me hace diferente,

los deseos me van abandonando

pero mi mundo es más inteligente

 

y me lleno con lo que voy pensando,

quedando muy atrás toda la gente

con la que yo, un día, estuve jugando.