Ya no quiero más lamentos,
basta ya de suspirar,
mejor te voy a olvidar
y a renovar sentimientos;
borraré aquellos momentos
en que más te pude amar,
dejaré ya de rumiar
exquisitos pensamientos,
y me quedaré sin nada,
me prepararé a partir,
con el alma destrozada,
sin razón para seguir:
seré cual casa olvidada
que se derrumba por ti...