Te lloré como un niño, cuando
me abandonaste, que triste fue ese día,
pero mi Dios bendito, me dió sabiduría
para arrancarte de mi dolido corazón.
Hoy río, canto, hasta me inspiro
en versos de amor; para tí
ni para de traición. Que bonito
es vivir lejos de ti, y de lo extraño
es que mi olvido siempre estará
para vos, por tu abandono mujer.