El petricor intenso
Que te besó en tardes de mayo
Yo lo mezclé con un rayo
Y mil lágrimas de San Lorenzo.
También le agregué, chiquilla,
A esas noches de enero
Un torrencial aguacero
De lágrimas de tus mejillas.
Y todas las nubes pinté
Con sueros de chocolate
Y las sequé con embates
De un viento que me encontré.
Y no imaginas cuánto me alegro,
Pues ni azules, ni verdes,
Ni rasgados, ni marrones,
Con el invento de mis fusiones
Yo obtuve tus ojos negros.