Veo como en la inmensidad del cielo azul, con pinceladas anaranjadas, rosas,
se ve cubierto por una tela oscura cada atardecer,
oh esplendido cielo, ¿tienes miedo?,
yo solo admiro, me poso a ver, que impotencia no poder clausurar el tiempo.
La noche agoniza, su voz calla,
veo como el telón de niebla que surca en los cielos,
baja y besa el suelo,
consternado al no poder sentirse a sí mismo,
acompañando sutilmente a quien no lo desee con esa
fría sensación que penetra rasgando el cuerpo,
pasa contemplando aquella turgencia en la piel,
esa sensación de sentirse vivo,
detalles inanimados del humo que expulsa su sonrisa,
siento mi latido,
como estalla el corazón, como me despedazo en llanto,
pero ya nadie lo sabe,
bailo taciturna sobre las llagas de mi piel,
solo me recorre almas que tuvieron la dicha perdida de querer estar muertas,
esperando, observando, tocando materiales inertes,
haciendo sentir su presencia,
envidiando a ese ser vivo que tan solo puede sentirlos,
¿Cómo fue que desaparecí?
Cuando mis muchos nombres resonaban por la cúspide de mi excelencia.
¿Cómo fue que me perdí?
Deje caer el pedazo de piel a mi agresor,
Solo para cuando ya termino de hacerme añicos,
permitirle que voltee y me escupa en la cara,
Soy?......... soy acaso aquella persona que deslumbró el cielo,
O soy aquella persona que ha vivido de metáforas,
Se alimentó de cuentos,
Que no posee nada, que no es nada,
(llanto), si esta carga de insultos me dejara dar un paso más,
Agonizo, ya no siento mi cuerpo,
He perdido mi sonrisa,
Mi vida, la fortaleza de mi locura,
Me siento perdida.