Lejanos aquellos tiempos
que en etapas se esfumó,
no existían contratiempos
complejos como los de hoy.
Problemas siempre los hubo
y a algunos se puso freno;
pero arreglarlos del todo,
difícil que lo logremos.
Todo gira sin control
como astro en el universo,
buscaremos prevenirnos
de cualquier estado adverso.
Y sin embargo la vida
aún mantiene su encanto,
y agrada mejor la risa
que estar sumido en el llanto.
No decaer ni un instante
para enfrentar al destino,
y tirar para adelante
pues no queda otro camino.
Echadas están las cartas
y solo resta jugar;
que esta cuestión no se acaba
ni por milagro Pascual.
Jorge Horacio Richino
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