Llegó la noche a desnudar la dama
la despojó de su elegante vestido y lujosas alhajas
Así desnuda como una prostituta le dejó el reloj
para controlar el tiempo donde entrega su cuerpo
dejando colgados en una silla su alma y corazón
Soy su amante nocturno, que le sacude el piso
y por la ventana vuela el reloj junto con el tiempo
mientras su piel se enfrasca en una partida donde
sabe que va a perder
Los labios se reconocen en un largo beso regresando
a vestirla con su alma blanca y corazón lleno de amor
#PoetaUrbano