Fue indomable tu corazón
que ni los latidos más fidedignos
pudieron arrastrar tu destino.
Quizás la poesía no logró remembrar
aquellos versos que te hacían
llorar mientras osabas olvidar
aquel pasado que te lastimo
sin piedad.
Fue indomable tu corazón
que nunca domo
la puerta de tu amor...