Me preguntabas
¿qué pasa conmigo?,
que si ¿por qué me enojo?,
¿Por qué grito?,
¿Por qué te miro así?,
¿Por qué me quiero olvidar de ti?.
Cariño, tengo una respuesta para todo,
y es que solía quererte,
solía darte mis noches y mis días,
dedicaba mi tiempo y mis fragmentos
a todo lo que tu querías.
La vida no es fácil es lo que tú me decías,
yo no te replicó,
siempre me la vuelves más difícil.
Y a pesar de ello me muerdo los labios para callarme,
me vendo los ojos para no expresarme,
me duermo para redimir las ideas,
y tapo mis oidos para no escucharte.
E incluso atado mis manos entre mis brazos,
y eso para ti es un reclamo,
ya no me quiero expresar,
si para hacerlo me tengo que incar.
Quisiera gritarte.
Olvidarte.
Perderme.
Matarme.
Si para odiarte mi vida se hará añicos,
voy a hacerlo sin gusto y sin sacrificio,
no queda de otra o es en esta vida
o no es nunca más.
Perdón y permiteme odiarte a mi gusto,
que no e podido marcharme,
me e quedado otra vez en tu vacío,
me e quedado del lado de tú cama y el mio se a quedado frío.
Entonces me volverás a preguntar...
¿Qué me a pasado?,
¿Por qué me quiero morir?,
¿Qué me hizo falta?,
Dirás vagamente: -¡¿Qué no te di?!.
Se que me acabo lentamente.
Que mi tristeza no será suficiente.
Si mi pecho estará adolorido.
¿Por que odiarte no puedo, y amarte sí?.
Vete que me cuestas el alma, y no seas estúpido,
cuida todo lo que ya te di,
que lo bueno me dejara hecha añicos,
Por que odiarte no podré.