...¡Oh de la luz, que bañas la alborada!,
El dulce instante , que tornase en día divino,
Por el “Jardín Silente” transcurre el tiempo mío,
Y doy las gracias a la etérea estrella , que mantiene
Hermosas y firmes las rosas en “el Sitio”.
Esa es la paz que busca el alma errante,
La que con premura renace del olvido,
Arribando con su calor a los cansados corazones.
Queda en ellos plena de amor , ¡contemplación
De Dios …el fiel amigo!.
Bendito el bien, preñado de nobleza,
Bendita la canción…el dulce trino,
Sólo es afán de ser , intima forma,
Sin ataduras ,¡ la libertad nacida del cariño!.
Paco José González