Escribiré mis versos
en un lenguaje antiguo
para que al leerlos
los angeles que custodian el amor
sepan comprenderlos
y los guarden para ti,
por si no llego a dártelos.
No quiero alimentar la hoguera
que no podré cuidar...
mis manos no pueden traer la leña
ni cubrirte de caricias tan siquiera.
No podré correr a abrirte la puerta cuando vengas,
moriría de pena si lo hicieras,
escondida en un rincón
con el corazón envuelto en un dilema.
Tal vez el destino ríe y juega
y se entretiene al enredar los hilos,
haciendo que se mezclen en un lío
que no podemos desatar.
Percibo tu olor de lobo hambriento
Y muero por darte el alimento.
Ser todo y más, parar el tiempo,
unir las almas, sellar los cuerpos.
Más no puedo yo inventar momentos...
Ni imaginar lo que podríamos vivir
si tan solo coincidiéramos por un milésimo segundo
en el espacio infinito del universo...
¡Fatal desencuentro!
El destino sigue riendo...
burlándose de mí y de ti
y ni los angeles que el amor custodian
pueden venir en nuestra ayuda.
Solo Dios podría intervenir
pero está ocupado haciendo cuentas.
A ver si en esta historia
al final de los tiempos
nos tocará final feliz...
O seguiremos escondiéndonos,
con un lenguaje antiguo,
en un sinfín de versos.