Como bailarina en el salón
con sus pupilas doradas
asomas por la ventana
como agua tenue sobre los cristales
Llegaste con la luna clara
sigilosa, plácida como mar en calma
mirándome a los ojos
transformando el paisaje
desterrando el silencio
Un sonido gutural como lamento intenso
acercando mi mirada a lo eterno
cuando el claro de luna se muestra entre auroras
tu figura felina juguetea a mi sombra
con su pelaje de negro azulado
como seda de encanto
Estaba exhausto, oí el ronroneo como súplica
mirándome de frente, con sus ojos color oro
con ese amor indiferente, que cautiva y espera
la noche siguiente, en que el cielo olvidado
nos acerque y encuentre