FIDEL HERNANDEZ

Moscú, ¡ciudad de contrastes! (5 y epílogo)

Moscú, ¡monstruo de contrastes!

Hoy, enormes rascacielos

arañan tu cielo opaco,

respetando las doradas estrellas

que desplazaron las águilas bicéfalas

y que en tus monumentos se alzan

y que hacen sentir a las gentes

la pequeñez de su cuerpo

y la grandeza de sus almas…

Despierto de un sueño en un roído banco

y me veo rodeado de muchachas de abedul

que sensuales avanzan por las plazas

y por todas las calles de este nuevo Moscú;

altivas se pasean por mi lado

y yo esbozo una sonrisa,

ésa que parece no poseen

porque la perdieron en el pasado.

 

Moscú, ¡ciudad de contrastes!

Moscú, ¡en verdad, eres grande!