Raiza N. Jiménez E.
Delirio de tu Boca. -
Nuestro amor fue de suspiros;
mirábamos tiernamente la luna.
Era tu miraba de pardos zafiros;
Como esa mirada no vi ninguna.
***
Nos amamos con tiernos besos,
la dulzura de tu boca tomó su lugar.
No hubo espacio para los excesos,
hubo un dulzor excelso en el besar.
***
La tarde llegó por sus dominios.
Ahora, la luna nos ha de alumbrar.
Lo sabíamos, eran los vaticinios.
Nos veremos a los ojos para amar.
***
La tarde agreste se nos llevó la luz.
Entre tus dedos se va mi cabellera.
Acaricio tu pecho y allí está la cruz.
Es cierto, es amor, no una quimera.
***
¡El amor se busca así mismo, en el beso;
en ese beso, ves a un amante, confeso!