Llega el invierno,
se marcha el fiel otoño.
Crecen los días.
Las barbas blancas
se ven en las montañas
que están lejanas.
Cielos azules
se cambiarán por grises
y tormentosos.
Hay escaleras
que suben a los cielos
desde la tierra.
Y son las almas
el punto de partida
a las estrellas.
¡Almas y niños,
qué bella sinfonía
para soñar!
En este invierno
quisiera ser la nieve
de tu mirada.
De tu pupila
sentir como la brisa
mueve tu alma.
Y en ese beso
de amor. inmaculado,
estar contigo.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/12/21