Es sublime encontrar algún poema
que dibuje de amor lo más pristino;
y vivir su belleza tan suprema
disfrutando su ritmo cristalino.
La ternura que portan es la gema
que ilumina con brillo diamantino;
la cadencia en su rima es el lexema
de lo bello, lo eterno y lo divino.
¡Y por eso mi canto es margarita
con aroma que trae del arcano,
que romántico y tierno nos invita
a beber el licor de lo profano;
donde fluye pasión tan sibarita
con su ritmo de acorde parnasiano!
Autor: Aníbal Rodríguez.