Jamás te detenga una herida
jamás te detenga el invierno;
se sabe, que el tiempo es eterno,
más nunca es eterna la vida.
Jamás vivas entristecida
jamás te detengan dolores
¡Mirad, qué bonitas las flores,
que crecen por tantas veredas
levanta los pies si te enredas,
ve y canta, tu canto de amores!
Jamás te declares vencida,
jamás abandones camino.
Si la muerte, será el destino,
luchar debes más por la vida.
Jamás una vida sufrida
podrá recoger rico fruto
viviendo minuto a minuto
nostalgias de un duro pasado;
pasado, que nunca olvidado,
hereda su propio tributo.
Jamás abandones la idea
la idea que siempre ha movido
tus sueños que siempre has querido
ganarte en férrea pelea.
Quien quiera que lea, que vea,
que nunca decaen tus pasos.
¡Qué importa, que lleguen ocasos;
qué importa, que llueva, que truene;
qué importa, que el viento ya viene,
si siempre superas fracasos!