La sorpresa de gozar enamorado
ya palpita en la presencia clandestina;
de los labios que tienes y me has besado
yo construyo la mirada cristalina.
De los ojos que contienes voy flechado,
todo por tu belleza que es tan divina:
soy un hombre que por siempre te ha soñado
en mis versos como rosas sin espinas.
Yo de ti me reservo para quererte
y en constantes agonías va mi suerte,
me quema el miedo, me sorprende el deseo.
Las ventanas de mi pecho se enloquecen
y con melodías tristes se aparecen
las pupilas de tu vida que las veo.
Samuel Dixon [25/01/2022]