Salomón fue rey por su nombre,
él, que recibió la sabiduría como don
y la supo lluvia en el desierto interior,
edificó un templo en su corazón
y entre salmos y proverbios ejercitó
la ciencia del espíritu y del amor.
Salomón el benjamín y no Absalón viejo
coronado de gloria vio su decadencia
entre besos de Saba y joyas preciosas
y con su clavícula de misterio
dejó ocultos los nombres ocultos
que sin ser llaves abren puertas.
Alexander Elías2022