Duele cuando te dicen los que se atreven
a desempolvar, lo que llaman culpa,
una veta por donde el rigor de la palabra se cuece,
para cegar los cargos y no mirarse al espejo.
Duele al que trata de sembrar promesas,
dejar tierra firme y partir sin nada,
tal vez la semilla crezca y el que la merezca,
ni evoque al que fue su dueño.
Duele que te digan: sos el que lleva el apellido,
del que es igual a vos ,sin apreciar el esfuerzo,
la rutina reprimida, la cotidianidad embebida
de posibles acuerdos , duele a un amor desangrado.
Duele hasta las grietas por donde pasa el destino,
y te dice colate, vamos amor pensame un poquito
viví este segundo que se va la pasión recién parida,
y vos como un idiota pagás la deuda en silencio.,
olvidás que de vez en cuando los permisos se pierden
y buscás la calle por donde pasa solo el viento.