Surgen las horas
espinosas...
entre sábanas y alcores
se recrean,
de lirio...
el alma enamorada,
entre lánguidos pudores
se desvela.
Y se vencen tristes
las angustias...
en la gloria de un abrazo
que no llega,
de sándalo es su boca
generosa...
en la lluvia del invierno
que lo anega.