¡De nada sirve creer o no creer, si estás muerto!
Mil lágrimas secas se han detenido en los bordes,
en las comisuras de esos ojos que no me miran
o lo hacen con miradas ausentes, casi perdidas.
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Son pupilas sin color y con vanos sentimientos…
Son unos ojos cuya expresión perdió el brillo.
Son ojos que dejaron de ver lo visible;
Ojos que inquietan y llevan en sí, la muerte.
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¡Esos ojos desenfocados por la locura, no ven!
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No es el Sol el que hiere esas opacas pupilas,
antes diáfanas, y hoy marchitas por la inclemencia.
Son sus propios demonios, los que las acosan.
Son miradas atrapadas en una jaula sin salida.
Inmisericorde inmolación que crea la cobardía.
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¿Puede el temor a la muerte sacrificar la vida?
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Tristeza y horror, para el que alguna vez miró.
Hoy no reconoce a las ventanas del saber.
El alma se ha ido despavorida, por el miedo.
Sus pensamientos de hoy, sólo acunan horror.
¿Es el vil caos de thanatos que atrapó la vida?
Seguro, se escuda en el dilema de Ser o no Ser.
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¿Se puede morir estando virtualmente vivo?
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Este heroísmo falaz, es sólo el error, más visible.
Ya que los egoísmo los crea una futil heroicidad.
Una que nunca, tendrá frutos claros y sí oquedad.
No es posible, sin pagar un alto precio, tranzarse.
Sí das la vida a cambio de la muerte, ya no serás..
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¿Será pretensión de este creyente ser Nihilista?