Un vacío insomne
o una larga espiga tirada
entre los charcos, alegres,
saltadores, y en la nieve,
un cuerpo manchado por
la sangre y el mutismo.
Un agua templada
de un baño austero
signos que se acumulan
en la memoria de los días.
Escorpiones simultáneos
como un caparazón de ruidos,
ajenos a la luz, ajenos a la tiniebla;
esos espacios a que el sol contribuye
desde una lejana estadía-.
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