Josefina Barreto

UN CAFÉ

Ven, te invito, tomemos un café

¿Qué tal si solo charlamos igual que viejos amigos?

Una charla en algún parque

una tarde de domingo.

Me dirás que me veo bien,

que el tiempo por mí no pasa;

darás un sorbo a tu taza e intentarás sonreír.

Yo no te voy a mentir

en verdad, seré sincera.

Te diré que es la primera vez que vuelvo a salir sola,

que cambié de domicilio,

de perfume, de trabajo

que me he teñido el cabello

y lo he cortado muy bajo (como a ti no te gustaba)

Me dirás “no pasa nada,

qué bueno por ti, me alegro”.

Después te pondrás muy serio si contesto algún mensaje.

Llevarás el mismo traje

que cuando estabas conmigo.

Mira, yo me siento bien y espero que tú lo mismo.

Ven, te invito, tomemos un café

No te preocupes, tranquilo

¿sabes? ya te perdoné, puedo respirar profundo,

volver a verte de frente.

sin vacilar ni un segundo.

Me he perdonado también,

tú sabes que soy muy fuerte.

La prueba está superada y la lección aprendida.

Anda, ven, tomemos ese café,

charlemos y así, después,

cada cual… siga su vida.