Déjame doblegar mi espíritu con esos besos que me guardas inconsciente y lejana, allega a mi esos labios a la dulzura implacable del deseo de mi boca que se muestra insaciable con este destierro tuyo que me aguardas.
Ven lléname de ti, de algún instante tuyo por favor, de tu aliento, de tu voz, de esa manera de mirarme y ven pronto hechizame otra vez como cada día cuando se cruzan nuestras miradas, deja ya de herirme con tu ausencia con esta falta tuya, ya que mi piel agoniza tus caricias, mi corazón esta descubierto a tus deseos, demándale que sea de ti, pues de ti será. Soy un libro abierto a todos tus sueños a tus metas, se bien lidiar con un corazón roto, reconstruyamos justos cada pedazo.
Solo te pido que vengas, y le des una razón a esta alma que clama tu nombre suspiro tras suspiro, al tiritar de las estrellas que contemplan mi dolor, al latido desesperado y loco que se embriaga para soportar tu ausencia.
Déjame quererte remplazando toda esa falta que hubo en algún momento, que el tiempo me apresura a irme pronto, a continuar sin ti, a desfallecer sin tu cariño, cariño mío.