Ben-.

Devorando la tierra-.

Aunque sea con las uñas rotas,

devorando la tierra que ha de

sepultarlas. O vestida, de ese

plumaje níveo, que atestiguan

los acantilados soñolientos.

Las rocas vivas, aumentarán

de tamaño, con el líquido

seminal, de pinos y arboledas.

Entre agujas detenidas por el tiempo,

sacrificadas al azar, por estrategias

del aire, subvertiré la forma oscura

de tu traje junto al mío.

Y en las nieves corporales,

en los sustitutos del sueño,

anestesiaré mi cuerpo, sí,

con rosas de otro llanto-.

 

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