A veces ella vive por ti desde el amanecer, y se deja caer en la cama, con un libro entre sus manos, disfruta el máximo placer, ¡ah!, pero otras veces toma las armas, y se pregunta quien vivirá por ella en el atardecer, y entonces entre lápiz y papel, alguna herida cicatriza, para avanzar otra vez
Y la vida continúa…