Juntar tu alma con la mía, de nada me serviría.
No bebería tu sangre, porque solo hiel tendría.
Lo natural de la esencia del amor es la libertad
y los sublimes deseos del amante de la verdad.
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Te amo a ti con la furia del huracán y con temores.
Quiero pases por mi cuerpo arrasando los rubores.
Esta es tierra arada, lleva el grano fértil de la pasión.
Eres tímido al besarme, no me llevo de ti la ilusión.
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La sed por ti me cerca, día a día, y cuento las horas.
Sin inicio ni final, es un eterno limbo que me devora.
Horas que suman los horrores de una insana espera.
Me debato en la idolatría y mi alma por ti desespera.
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Verte lejos, pensarte y no tenerte, no es una opción.
Despedazado, sin sostenerse en pie, está mi corazón.
Estas fácticas opciones, llevan al derrumbe mi pasión.
Siento el tener que marcharme de ti, tengo mi razón.
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Suéltame te lo ruego, no tengo el valor para marchar
y dejar afuera este sentimiento que, me va a acabar.
El dolor es intenso y no me deja, con libertad, respirar.
Apenas abro los ojos, es tu sonrisa, la que veo acechar.
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Todo es una trampa de mi corazón y de mi pensamiento.
Se burlan de mi vano intento de dejarte ir con el viento.
No te olvido, sigo en rara travesía y he perdido el centro.
¿Qué he hecho de mi férrea voluntad, ya no la encuentro?