Incierta enana roja

I

 

 

Qué final tan absurdo es el que anhelaba saber.

Pero más absurdo ha sido todo lo que perdí en el camino.

Mis principios han sido increpados por mi cretina desesperanza.

No vi más allá de la capa

y ahora toca arder en los abismos de la vergüenza.

Y hasta recolectar mis cenizas de un camino ya inexistente.

Púdicas se han de convertir las horas, la vida y la muerte.