Era viernes y el sol
ya se había ido a navegar otros cielos
Tú no llegabas y yo desesperaba
Las noches eran demasiado breves
para la verdad de nuestro amor
Idas y venidas de la puerta a la alcoba
Al fin llegas apresurada a buscar mi
abrazo a atesorar los besos termina el
calvario que mordía mi pecho
Te beso la frente, ciño con fuerza la
cintura y contra mi pecho tus lunas
devuelven la calma a mi corazón
enamorado
#PoetaUrbano