Hay quien dice que hay que pensar más en lo que se tiene
que en lo que no se tiene.
Pero yo quiero pensar en lo que no tengo:
no tengo ambición
no tengo deseos
no tengo sueños
no tengo envidia
no tengo fe ni creencias.
Ninguna de estas cosas tengo
(entre otras igual de inútiles)
por tener todo y no poseer nada.