Sin aliento se quedó la cándida flor,
suspendida en el columpio de la soledad,
como el eco triste de una canción infernal,
fugaz como un sueño en el pasado.
La sensata colina mira apacible las aguas turbias del pantano,
ahí donde las ondas fugitivas aprietan los rosales,
las hojas desesperadas vuelan como segmentos mutilados,
las noches puras y serenas se sienten vagar en el espacio.
Tal cual como los amores que se marchan,
tan rápido nos golpean y nos causan dolor y tristeza,
así la existencia misma depende de un momento fugaz,
Aunque muchos instantes se convierten en eternidad,
nadie sabe lo que tarde la vida,
es acaso un dado lanzado al azar ?, me pregunto.