Atrapé tu voz en el frágil alabastro,
Tímpano que grabó tu dulce melodía
En la memoria de un alma que siguió tu rastro
En el bosque virgen de una doble vida.
Hoy estás en mi regazo vestida de mi paz
En el fuerte abrazo del amor no falso
Fui agente salvador que tu prisión abrió
Y que impidió tu fin en público cadalso.
Conquisté la suavidad de tus caricias
Acusé mis ansias, lloré mis impotencias,
Rondé por las laderas de tu cuerpo
Hasta que encontré la meseta circundada
Por las peñas que los soles encendieron,
Y fui pampa que habitó tu seno.
Despojé tu suelo, te pillé la conciencia,
Metí tu razón en mi bolsillo,
La llevé conmigo a sol y a sombra
Y te vi feliz de ser la esclava
De un amor que no fue fantasía
Porque Tú en recíproca estadía
Caminaste por la roja alfombra
Que te llevó al recinto de mi vida.
(VOZ DE TRUENO)