El tiempo remueve todo
hasta los viejos recuerdos;
en mi caso da lo mismo
pues de muchos ni me acuerdo.
Si en algún momento vienen
a mi mente remembranzas;
ya cerraron sus heridas
con el tiempo y la distancia.
Complicado poner alas
a aquellas viejas historias;
que escondidas en la mente
no tienen escapatoria.
Se han opacado los brillos
que alguna vez refulgieron;
quedando un resentimiento
entre almas que se quisieron.
Las penas vienen y van
como lluvias torrenciales;
para escocer las heridas
que causaron los puñales.
Lo extraño de esta cuestión
es que mucho nos amamos;
pero fue en tiempos pasados
que ya los dos olvidamos.
No hay vestigios de ese amor
en las hendijas del viento;
sólo un triste sinsabor
que tal vez repare el tiempo.
Puede que tal vez mañana
evoque, de aquella etapa;
los momentos más felices
hoy apresados en mi alma.
Jorge Horacio Richino
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