Donde la lluvia cae
con la sincera pasión de la ceniza,
traza en el aire con ciego gemido
reinos de óleo navegable.
Donde una trinitaria luz
persigue las azules volutas
de un mar que aún respira
la nimbada tristeza de los búcaros,
el horizonte tiene la luminosidad
cansada de las lápidas.
Donde las sombras son astros
abandonados a la nada
en extraña seducción y eterna danza,
solo queda el lívido esqueleto de la música.
Donde apenas asoma el otoño
con su herrumbroso latido
y su orfandad de nieblas,
las hojas caen de puro temor,
y noviembre no conoce la piedad
ni la asonante plegaria de los amaneceres,
pero cierro mis ojos y su silencio era el mío.
\"Pájaros de niebla\" (2022)