Sobre su nicho aguardaba trastornado
Pregonando sudores caladores de espíritu
Sobre su frente ambigua un escarnio sobrecogido
Enunciaba paradojas sobre el ímpetu
Incongruente y sobresaltado.
Reclamaba turbado ser desato de las correas asfixiadoras
Como metrallas que espinan el alma desgarrada
Irrumpía a gritos clamando no ser maniático de sus cadenas
Y arrojado a los márgenes de cuatro paredes con ida desganada
Se congraciaba apelando a la silenciosa nada,
La tregua en la instancia desgarbada de su locuaz acosada.
Y se guarecía de los gritos cercando sus oídos con sus manos,
Las voces le gritan las retoricas de su pasado,
Queriendo emanciparse de los repetitivos
Compases de culpas, negarse agobiado
Exploraba sobre las paredes un infierno
Sobre las cuatros muros rodeado de enemigos.
Alucinando imagines encontró donde conversar
Y con voz conciliadora converso ameno
Entre los barrotes de aquella ventana entreabierta adverso
Sus escuetas razones, respondió sereno:
¡Su merced!
Dama de finura alcurnia,
Si me atrevo a dirigirme a usted con atrevimiento
No porque soy un lacayo de impertinente etnia
Que mi color de piel no engañe su criterio
Y dé por un hecho que soy culpable y quede abatido
No sin antes escucharme usted.
He pecado por atreverme a mirarla
Con ojos florecientes de amor
Y si nunca fui correspondido y de burla
Usted me mata y me condena
Por ser sangre de siervo y de ropas indigentes,
Que cuelgue la soga en este instante
Que no hay vida y razón
Para que seguir respirando abatidamente
Y es mejor cortarme la vena
Que surte al corazón desamor,
Que postrado sobre este manicomio
No por ser amado o entendido
Sino por la tristeza que impera
Que tiren la llave o maten por fin
Las ansias de vivir en mi pobre despecho.
Autor: WCELOGAN
Publicado por POEMAS DE MI INSPIRACIÓN en 12:05