Se añora el sol,
y es, ahora, en este año
que ya comienza.
Cierro los ojos,
recuerdo sus caricias
que me traía.
Eran tus dedos,
soñaba, amodorrado,
en mi delirio.
Y se juntaban
suspiros y susurros
de las resacas.
Pequeñas rosas
cortadas por mi mano
en primavera.
Y tu mirada,
perdida en la distancia,
buscando el cielo.
Aquellos ratos,
perviven, sin dudarlo,
en el recuerdo.
Pero con ellos
me digo que \"adelante\",
hay que seguir.
Y comenzamos,
sin prisas, la aventura
en esta etapa.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/22