Las decenas de escribientes del alma
buscando constantemente un espejo,
pues precisan contemplar su reflejo
para componer sus versos con calma.
Lo que un poeta mira al otro lado,
no son ni sus facciones ni su aspecto
sino un centelleo de su intelecto
de sentimiento y afecto formado.
Es puerta para un ilusorio mundo
entre vidas y desastres perdidos
ese sentir de aquel amor fecundo.
Por viento y los instantes absorbidos
de una inmensa selva, en lo más profundo,
dónde poemas, están escondidos.
SuspirosParaElAlma.
©Violeta