Victoria de las chicas a cuenta de saldo,
porque su sexo manda sobre toda boca
de varón y éste su quimera da su respaldo
orgulloso y cachondo su fémina le invoca.
Este sueño para una Ciudad ellas ordena
a sus anchas como igual que su trasero trabaja,
él obedece gustoso y plácidamente en escena
para ponerse a su servicio hasta para una paja.
La fémina su autocracia sexual su poder
es extremo y la del hombre su petit esclavo.
Veo en fotografías ellas son casi un Lucifer
carnal y hombre no vale más que un centavo.
Mandan ellas. No se olvide. Hombre desnudo
y fémina vestida su sexo nunca en contacto:
Yo entro en lavabo o en cama...mi escudo,
aunque ellas siempre presentes en este acto.
NACHO REY