A usted, causante de mis insomnios,
Solo puedo decirle que la extraño,
A usted, causante de mis gratos sueños,
Solo puedo decirle que la pienso,
Y tanto en el día como en la noche,
Tanto en la mañana como al atardecer,
Solo puedo decirle que la espero…
Y si… quizá soy un loco por hacerlo,
Pero quién lo diría… hasta los locos pueden tener la razón…
A usted, que por la vida va, dejando en sus pasos
Todo rastro de su bella existencia, puedo decirle…
que los míos solo viajan a través de sus huellas,
Esperando y por si acaso llegar una vez más…
A contemplar su sonrisa, su sonrisa que cautiva mi vida
Su sonrisa que apasiona mi corazón, y con fuerza
Engrandece todo lo que mi vaga existencia…
Contempla en usted.
Por que allí, donde su sonrisa nace,
Puedo encontrar la puerta más grande a su alma.
Y allí, justo allí, es donde mi corazón descansa.
Entonces usted, debe disculparme.
Porque sin buscar ser impertinente en su paz,
Permítame explicarle,
Que, aunque por mil vidas transite,
Y aunque en mil caminos me pierda.
El único hogar al que mi corazón encuentra.
Es aquel en el que a su sonrisa,
A través de su alma me lleva.