Jano, el Dios Bifronte.
Muy temeroso transcurrió enero
con miradas al presente y ojos al pasado
del romano Jano bifronte su apero
mientras el Hombre actual ¡sigue desolado!
Dos años con pandemia del corona Covid
que el virus muta y mata, ese letal omicrón,
lejos aún en rezagos los brindis de la vid
muertes cotidianas en serial profusión.
Milenio de la fantástica, luminaria Ciencia,
andamios suyos de Tecnología y Comunicación,
luchan sin arrimar caminos de pronta salvación.
Solo animemos presunción remedial de paciencia
hasta que Dios retire la trágica recidiva de la peste
cuando vengan a nos, mesiánicos, ¡eruditos del Este!