Hay una chica al final del pasillo.
Se oculta detrás de los espejos
que a mí no pueden mirarme.
Cuando quiero alcanzarla se ríe
como el eco de un fantasma
en una escalera de caracol.
Su vestido azul se desvanece
una y otra vez
por las esquinas de este laberinto
y tengo la sensación
de haber estado aquí antes.
Hay una chica en mi sueño,
que siempre huye y se esconde
y rompe todos los cristales
para que yo ande descalza
por un caleidoscopio sin sentido
como estos versos.
Y en todas las paredes
hay palabras
escritas
que ojalá no fueran ciertas.
Escucho el eco de su llanto
mientras las escribe
No pueden ser ciertas
******
Cuando logro por fin
cogerla de la mano
y veo sus ojos,
por un momento nos miro
y me abrazo
No pueden ser tan ciertas
y vuelvo
a echar a correr.
Hay una chica al final del pasillo
que se oculta
detrás de los espejos.