CARENCIAS DE UNAS NOCHES
Duele el frío en la intemperie
duele como no tienes ni idea,
y más en cielos despejados
donde una oración se pierde.
Duele más cuando estás solo
y tu sombra no puede abrigarte;
y a tus escasos cinco años
te escondes entre cartones.
Duele el frío aunque no sepas leer
y cómo te alegras de pasar una noche así
sabiendo que mañana te espera otra noche
sin saber… si pasarás en el mismo lugar.
Cómo duelen esos instantes
y no tienes ni idea de ese dolor;
porque a esa edad, todo se ve como juego;
como un simple juego que pronto acabará.
¿Por qué todos duermen a esa hora,
si apenas comienzo a jugar?
¿Por qué no sonríe la noche
como lo hace con todos los demás?
LMML