Dueña de mi soñada (Espinelas)
Espejo, que noble villa
de la Córdoba andaluza
en el monte y su ataluza
castillo en su cresta brilla.
Auténtica maravilla
lo digo sin Perogrullo.
Afloró un lindo capullo
volviéndose linda flor
de mujeres lo mejor
hoy lo digo con orgullo.
Décimas a la mujer
Que encandiló mis ojitos
Son grandes y bien bonitos.
La flor que vi florecer
tanto la puedo querer
que me siento afortunado
tanto cariño me ha dado
que no habrá mayor dolor
si pierdo su lindo amor
estaría sentenciado.
Y de muerto sentiría
pesadumbre y amargura
gran aflicción y locura.
En el infierno ardería
pero nunca dolería
como el perder a mi amada
la dueña de mi soñada.
Con ternura y con pasión
ella es toda adoración
y la tengo consagrada.