Blanca que te quiero blanca
como blanca es blanca espuma
que en la playa, se desliza,
sobre piedras y las tunas
que acaricia las arenas
y las olas, las arrullan,
con su fuerte movimiento
provocando suave rumia
cuando alegre, por la noche,
sale aquella hermosa luna.
Blanca que te quiero blanca
como blanca es la paloma
que volando por los cielos
es libre, como gaviota,
extendiendo blancas alas
sobre mares, sobre rocas,
sobre cerros, sobre flores,
sobre montes, sobre lomas,
disfrutando aquellos vientos
que de sur a norte soplan.
Blanca que te quiero blanca
como blanca es bella rosa
del jardín, que habita tu alma,
que es jardín, que mi alma adora,
porque el blanco que reluce
pone brillo, a su corola,
como el brillo de luceros
en los mares, con sus olas,
que acarician las arenas
en la playa, que es hermosa,
donde siempre, se deslizan,
unas lindas caracolas,
que dejando van sus huellas,
que las olas, luego borran.
Blanca que te quiero blanca
sin manchas y sin las cotas
que ennegrezcan tus pisadas
porque entonces, se desploman,
los principios y valores,
que en tu verbo, siempre afloran,
como gotas de agua lluvia
aunque el alma, tengas sorda,
por suplicios que no escuchas
pero adoras, a la coba.
Blanca que te quiero blanca
como nace blanca aurora
al salir por la montaña
que aunque siempre, esté brumosa,
ilumina con sus rayos
que se filtran, como piola,
entre ramas cual bejucos
que se enredan en las rocas,
adornando aquel camino,
que caminas, muy a solas,
porque sola te dejaron
los borrachos, que trasnochan,
con palabras elocuentes
las que dicen, que enarbolan,
pero siempre sus decires
son olas, que van y chocan,
arrasando lo que encuentran
y hasta sus palabras, botan,
porque la injusticia sigue…
¡Ya no digan más cotorra!
Blanca que te quiero blanca
cuando los suplicios brotan;
pero, miasma es la justicia
y a luchar… ¡siempre provoca!