Perfume que trae recuerdos,
recuerdos de tiempos perdidos,
tiempos que fueron momentos,
momentos que cantan olvidos.
Olvidos que guardan un nombre
de tardes con apellido,
apellido que encierra un rostro,
un rostro de amor escondido.
Escondido está su recuerdo
en noches de café e insomnios,
insomnios que escriben poemas
y así combatir los demonios.
Demonios que a veces asaltan
domingos de melancolía,
melancólica y vieja nostalgia
que asedia de noche y de día.
El día se ha vuelto elegía
y logra que siempre me abrume
al llegar la brisa de tarde
trayendo memorias de piel y perfume.
-. PaR
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01022022