No estoy yo sino conmigo.
La gruta más angosta, oscura y húmeda,
aire enrarecido, olor a moho y suelo de
detritus de insectos que comen otros
insectos que yo como.
No llega señal a través de esas paredes
que me repartan memes que me hagan
sonreír.
No llega la voz de nadie.
Sólo una tiza de la que no veo el trazo,
para jugar al tres en ralla de memoria.
Siempre gano yo.
El juego de té, sucio y con la pátina
marcada,
en las dos tazas que me sirvo al dialogar
como de niños jugando a las casitas
duplicando roles por menester.
Me pregunto y me contesto
me asusto y me calmo
me pierdo y me encuentro
me exijo y me gratifico
me amonesto y me indulto.
Eso es fácil...lo difícil es hacerme reír
con un chiste propio.
Eso es lo jodido.
Sonajeros de calaveras.