En estos cerros andan muchos bandidos pero son simpáticos y a pesar de sus diabluras creen en Dios a pies juntillas y se persignan siempre cuando pasan frente a una iglesia.
Por supuesto que son pecadores pero eso no los hace ser infieles son pecadores como la mayoría en el mundo y merecen en última instancia una oportunidad para igresar al cielo por alguna puerta.Aunque sea pequeña pero digna.
Son a veces unos verdaderos forajidos pero siempre andan por los campos con su fe eterna.